La Dirección General de Tráfico (DGT) en España establece ciertas restricciones medicas para la conducción ante la presencia de determinadas enfermedades. Estas medidas, implementadas para garantizar la seguridad vial, buscan evitar que personas con enfermedades que puedan afectar a su capacidad para conducir de forma segura lo hagan, poniendo en riesgo tanto su propia vida como la de los demás.
Desde la Autoescuela de Grupo Quílez analizamos cuáles son estas enfermedades y cómo pueden afectar a la hora de conducir.
Enfermedades que pueden afectar la conducción
La DGT enumera una serie de enfermedades que, por sus características, pueden suponer un riesgo para la seguridad vial. Entre ellas se encuentran:
- Enfermedades neurológicas y mentales: epilepsia, demencia, trastornos de ansiedad, depresión, trastornos del sueño, trastorno obsesivo-compulsivo, TDAH.
- Enfermedades del sistema cardiovascular: enfermedades coronarias, arritmias cardíacas, hipertensión arterial no controlada.
- Enfermedades del sistema endocrino: diabetes mellitus, enfermedades tiroideas.
- Enfermedades oftalmológicas: agudeza visual deficiente, campo visual reducido.
- Enfermedades del aparato locomotor: enfermedades reumáticas, amputaciones, limitaciones de la movilidad.
- Trastornos por consumo de sustancias: dependencia de alcohol o drogas.
En el caso de las enfermedades mencionadas, la DGT establece que la aptitud para la conducción dependerá de la gravedad de la enfermedad, su control mediante tratamiento médico y la existencia de posibles secuelas.
Renovación del permiso de conducir
La renovación del permiso de conducir para personas con estas condiciones médicas estará sujeta a la presentación de un informe médico favorable emitido por un médico especialista colegiado.
Otras enfermedades por considerar
Además de las enfermedades enumeradas anteriormente, existen otras que, por sus características, también pueden afectar la capacidad para conducir de forma segura.
En estos casos, la DGT recomienda una evaluación individualizada por parte de un médico especialista, quien determinará la aptitud para la conducción y las posibles restricciones o adaptaciones necesarias.
Es importante destacar que algunos medicamentos pueden tener efectos secundarios que alteran la capacidad de conducir, como somnolencia, alteraciones de la visión o disminución de los reflejos. Por ejemplo, durante la primavera muchas personas sufren alergias que pueden dificultar conducir, ya sea por los propios síntomas o por los medicamentos que suelen producir somnolencia.
Los conductores deben consultar con su médico o farmacéutico antes de conducir si están tomando algún medicamento nuevo o si experimentan algún efecto secundario que pueda afectar su conducción.
Sensibilización y responsabilidad
Desde Grupo Quílez hacemos hincapié en la importancia de la sensibilización y la responsabilidad por parte de todos conductores con respecto a las condiciones médicas que puedan afectar su capacidad para conducir.
Es fundamental que estas personas sean conscientes de los riesgos que implica conducir y que tomen las medidas oportunas para garantizar la seguridad vial, como consultar con su médico, seguir los tratamientos prescritos y no conducir si se encuentran bajo los efectos de medicamentos que puedan afectar su conducción.