Lo primero que debemos aclarar es: ¿qué es un finiquito? El finiquito es la liquidación final que recibe un trabajador al finalizar su contrato laboral. Este documento debe incluir todos los conceptos salariales pendientes, así como las indemnizaciones que correspondan en cada caso. Como bien sabes, existen diferentes situaciones que pueden dar lugar a un finiquito:
1. Extinción del contrato laboral.
Despido: Tanto si el despido es procedente como improcedente, el trabajador tiene derecho a recibir un finiquito. La cantidad de la indemnización por despido dependerá del tipo de despido y de la antigüedad del trabajador en la empresa.
Dimisión: El trabajador también tiene derecho a un finiquito en caso de dimisión, aunque no tendrá derecho a indemnización por despido.
Mutuo acuerdo: En caso de que la empresa y el trabajador lleguen a un acuerdo para finalizar la relación laboral, también se debe formalizar un finiquito.
2. Fin del contrato temporal.
Vencimiento del plazo: Al finalizar un contrato temporal, el trabajador tiene derecho a recibir un finiquito, que incluirá la parte proporcional de las pagas extraordinarias y las vacaciones no disfrutadas.
Fin de la obra o servicio: Si el contrato temporal se ha firmado para la realización de una obra o servicio concreto, el trabajador tiene derecho a un finiquito cuando finalice dicha obra o servicio.
3. Incapacidad permanente total o jubilación.
En caso de que el trabajador sea declarado en situación de incapacidad permanente total, absoluta o gran invalidez tiene derecho a recibir una indemnización de la Seguridad Social, así como un finiquito por parte de la empresa. Lo mismo ocurre cuando llega la edad de jubilación del trabajador.
La firma del finiquito por ambas partes, trabajador y empresa, implica la aceptación por parte del trabajador de las cantidades y conceptos que se liquidan en el documento. Con la firma, se da por finalizada la relación laboral de forma legal.
¿Cómo puedo calcular mi finiquito?
En total son 5 los elementos que forman parte de la fórmula de cálculo de un finiquito:
1. Salario de los días trabajados tras la última nómina. Se calcula dividiendo el salario mensual bruto entre 30 días y multiplicando por los días efectivamente trabajados desde el cierre de la última nómina hasta la fecha de fin de contrato.
2. Parte proporcional de las pagas extraordinarias no prorrateadas. Si las pagas extraordinarias no se prorratean en la nómina mensual, se debe calcular la parte proporcional que corresponde al trabajador desde la última paga extra hasta la fecha de fin de contrato.
3. Vacaciones generadas y no disfrutadas. Se calcula dividiendo el número total de días de vacaciones anuales entre 12 meses y multiplicando por los meses trabajados desde el último periodo de vacaciones hasta la fecha de fin de contrato.
4. Horas extra no cobradas. Si existen horas extra realizadas y no compensadas, se deben incluir en el finiquito.
5. Otras cuantías. En algunos casos, el finiquito también puede incluir otros conceptos, por ejemplo: Bonus u objetivos.
¡OJO! Es importante que el contenido del finiquito sea revisado cuidadosamente por el trabajador antes de firmarlo. En caso de duda, se recomienda consultar con un gestor o con un representante de los trabajadores. En Grupo Quílez estaremos encantados de asesorarte y resolver cualquier duda. ¡Llámanos!