¿Qué hay que tener en cuenta para contratar un seguro de viaje?

Al organizar un viaje es importante hacerlo con las mejores garantías y seguridad de que se va a poder disfrutar sin preocupaciones. Sin embargo, los riesgos de tener un percance fuera de casa son mayores, sobre todo cuando el destino es internacional, y puede provocar que el usuario se sienta desprotegido. Por ello es conveniente que se tengan en cuenta las opciones que proporcionan un viaje más tranquilo, como el seguro de viaje.

El seguro tiene en cuenta la duración o el motivo del desplazamiento para garantizar las coberturas que más se ajusten a las exigencias del viajero. Desde Grupo Quílez se ha diseñado un seguro de viaje que más se adapta y protege a nuestros clientes y les permite que se desplacen con toda tranquilidad. Para contratar un seguro de viaje que resulte eficaz en caso de contratiempos se debe tener en cuenta la información sobre el país, desde la normativa legal hasta las coberturas del sistema sanitario.

Es recomendable contratar el seguro en el momento en el que se hace la primera reserva del viaje, tanto de alojamiento como de transporte, para así cubrir posibles cancelaciones. Si bien es cierto que se puede adquirir hasta un día antes de realizar el desplazamiento pero impide disfrutar de ciertas ventajas y despreocupación en la organización y momentos previos.

Se pueden escoger protecciones específicas y adaptarlas a las condiciones concretas de ese viaje, incluso contrataciones anuales que incluyen todos las estancias realizadas en ese periodo siempre y cuando duren menos de tres meses. Entre las garantías más comunes se encuentran:

  1. Cobertura sanitaria. Esta garantía permite que el usuario no tenga que correr con los gastos derivados de problemas de salud. En ocasiones además de cubrir la atención, la hospitalización y la realización de pruebas y diagnóstico también puede incluir el desplazamiento y alojamiento del acompañante, el traslado, los medicamentos o la prolongación de la estancia.
  2. Regreso anticipado o repatriación. En caso de fallecimiento o causa mayor por la que el viajante deba volver a su país de origen, el seguro corre con los gastos de traslado y gestión.
  3. Cancelación o anulación antes de realizar el viaje. Por diferentes motivos, el desplazamiento se puede suspender, pero con una póliza que lo cubra, el usuario puede recuperar el dinero gastado sin costes. Hay que tener en cuenta que para cancelar un viaje se debe alegar un motivo médico, fallecimiento (propio o de un familiar) o incluso causas laborales en algunos casos.
  4. Retrasos y tardanza. Si el medio de transporte se retrasa, el cliente recibirá una compensación económica y no tendrá que hacerse cargo de los gastos derivados como comida o incluso alojamiento si es necesario.
  5. Pérdida o daños en el equipaje. Esta circunstancia puede hacer que el viajero no disfrute de su estancia pero si se ha contratado un seguro, este se hace cargo de la localización y gestión de las maletas y paquetes, además, cubre los bienes de primera necesidad que se deban comprar para continuar con normalidad en el destino. En caso de robo o pérdida se recibirá una compensación económica, en las coberturas más completas también se incluye las sustracciones dentro del alojamiento o de un vehículo privado.
  6. Asistencia de viaje. Incluye desde el asesoramiento de una red de profesionales ante posibles problemas legales hasta la cobertura de la responsabilidad civil ante daños involuntarios que correrán con los gastos de indemnización y costas del juicio.

Si estás pensando en realizar un viaje y quieres realizarlo con las mayores garantías y tranquilidad infórmate en Grupo Quílez de todas las asistencias que ofrecemos y cuál se adapta mejor a ti.